El Mando Único en México: Objetivos, Problemas y Fallas en Municipios como San Luis Río Colorado y Cajeme

En los últimos años, la seguridad pública ha sido una prioridad en México debido al creciente impacto del crimen organizado en todo el país. Entre las estrategias que el gobierno ha intentado implementar para combatir este problema se encuentra el mando único, un modelo de seguridad que centraliza las fuerzas policiales bajo un solo mando, ya sea estatal o federal. A pesar de sus buenas intenciones, este sistema ha enfrentado serios desafíos, y en municipios como San Luis Río Colorado y Cajeme, los resultados no han sido los esperados. En este artículo analizaremos el objetivo del mando único, sus problemas y las razones por las que ha fracasado en estos municipios.

¿Qué es el Mando Único?

El mando único es una estrategia de seguridad que busca centralizar el control y la operación de las policías municipales bajo la autoridad de un mando estatal o federal. Su principal objetivo es mejorar la coordinación entre los distintos niveles de gobierno y evitar la fragmentación de las fuerzas policiales, que a menudo opera de manera independiente en cada municipio. Esto permitiría una mejor respuesta ante el crimen organizado y la corrupción, que son dos de los problemas más serios en las corporaciones de seguridad pública a nivel local.

Objetivos del Mando Único

  1. Eficiencia y coordinación: La intención principal del mando único es lograr una mayor coordinación entre las fuerzas de seguridad de los distintos niveles de gobierno, unificando las estrategias y protocolos de operación para mejorar la efectividad en el combate al crimen.
  2. Depuración de cuerpos policiales: Uno de los problemas históricos de las policías municipales es la infiltración del crimen organizado. El mando único busca facilitar la depuración de elementos corruptos, aumentando la supervisión y estableciendo controles más estrictos.
  3. Profesionalización de las fuerzas: A través de este modelo, se busca que los policías reciban mejores capacitaciones y recursos que les permitan enfrentar de manera más efectiva los desafíos que presenta el narcotráfico y otras actividades delictivas.
  4. Reducción de la corrupción: Al centralizar las operaciones bajo una estructura estatal o federal, se espera que la corrupción, más frecuente en niveles locales, se reduzca al tener menos puntos de contacto entre las autoridades locales y los grupos delictivos.

Problemas del Mando Único en San Luis Río Colorado y Cajeme

A pesar de los objetivos prometedores, el mando único ha enfrentado importantes desafíos, y su implementación en municipios como San Luis Río Colorado y Cajeme, ubicados en el estado de Sonora, no ha sido exitosa. Algunas de las principales razones de su fracaso incluyen:

  1. Falta de recursos y coordinación: Aunque la estrategia de mando único pretende mejorar la coordinación entre los diferentes niveles de gobierno, en la práctica muchas fuerzas policiales locales no reciben los recursos suficientes ni el apoyo necesario. Esto limita la capacidad operativa de las policías, que continúan siendo ineficaces frente a la magnitud de los problemas que enfrentan, como el narcotráfico y el aumento de la violencia.
  2. Corrupción persistente: La corrupción dentro de las fuerzas policiales es un problema arraigado en muchos municipios de México. A pesar de los esfuerzos por implementar el mando único, la depuración de las policías municipales no se ha realizado de manera efectiva. En algunos casos, los elementos corruptos permanecen dentro de las corporaciones, lo que perpetúa la ineficiencia y la falta de confianza en las fuerzas de seguridad.
  3. Colusión con el crimen organizado: En municipios como Cajeme y San Luis Río Colorado, donde el narcotráfico tiene una fuerte presencia, el crimen organizado ha infiltrado tanto las fuerzas policiales como las estructuras gubernamentales. Los policías locales, temerosos de represalias o directamente involucrados con los cárteles, no cumplen con su deber de proteger a la población.
  4. Falta de voluntad política: Otro de los grandes problemas del mando único ha sido la falta de compromiso por parte de algunas autoridades locales y estatales. En muchos casos, los gobiernos municipales y estatales se resisten a ceder el control de la seguridad local al mando único por motivos políticos o por temor a perder influencia sobre las decisiones de seguridad. Esto ha generado una implementación parcial y poco efectiva en muchas regiones.
  5. Crimen creciente y violencia: La situación de inseguridad en Cajeme y San Luis Río Colorado ha empeorado en los últimos años, con un aumento en los homicidios, extorsiones y otras actividades criminales. A pesar de la presencia de fuerzas federales y estatales, el mando único no ha logrado detener la creciente ola de violencia. Esto genera una mayor desconfianza entre la población, que percibe a las autoridades como ineficaces.

Conclusión: Un Modelo que Requiere Reformas

El mando único fue concebido como una solución a la fragmentación y la corrupción en las fuerzas policiales municipales, pero en la práctica, su implementación ha dejado mucho que desear, particularmente en municipios como San Luis Río Colorado y Cajeme. Aunque el modelo busca mejorar la coordinación, la profesionalización y la depuración de las fuerzas, la falta de recursos, la corrupción persistente y la infiltración del crimen organizado han dificultado su éxito.

Para que el mando único pueda ser una estrategia efectiva, es necesario realizar reformas profundas, tanto en su implementación como en los sistemas de vigilancia y depuración de las fuerzas policiales. Además, se requiere una mayor voluntad política para asegurar que el control de la seguridad sea realmente centralizado y libre de influencias externas. Solo entonces se podrá aspirar a reducir la violencia y devolver la paz a los municipios más afectados por el crimen organizado.

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