Estamos todos conectados

fuente: https://conexionritmica.com/

Pareciera ser que estamos mucho más CONECTADOS de lo que en realidad creemos. De hecho, parece ser, que la separación existente entre los seres humanos es solo una separación “aparente”.

¿Te ha pasado alguna vez de llegar a un lugar y decirle a alguien; “que pesado esta el ambiente”, en relación a la energía que sientes en ese lugar?
Lo que realmente sucede es que estabas sintiendo un campo de emociones negativas, las que son invisibles, pero muy reales. De la misma manera, cuando estamos rodeados de alegría y risa, esas emociones nos contagian y, muchas veces, terminamos riendo con otros incluso sin tener muy claro el porqué.

¡Las emociones son contagiosas!

Carlos Castañeda relata en uno de sus libros : “Don Juan me explicó que el mundo que percibimos no tiene existencia trascendental. Como estamos familiarizados con él creemos que lo que percibimos es un mundo de objetos que existen tal como los percibimos, cuando en realidad no hay un mundo de objetos, sino, más bien, un universo de emanaciones del Águila.
Esas emanaciones representan la única realidad inmutable. Es una realidad que abarca todo lo que existe, lo perceptible y lo imperceptible, lo cognoscible y lo incognoscible.””

Hoy, la física cuántica, a través de la teoría del “Campo de Punto Cero” llamado también “mar de Dirac” o vacío cuántico, parece indicar que desde la estrella más distante hasta los corpúsculos más pequeños como el electrón y el quark, están envueltos en un mar de energía e información, gracias al cual TODO está CONECTADO con lo demás en una trama invisible.

Si nosotros, y todo el espacio vacío, somos una masa entretejida, seguramente estamos estableciendo CONEXIONES invisibles con cosas y personas, cercanas o distantes y de manera constante. Reconocer la existencia del Campo Punto Cero y el entramado ofrece una explicación plausible de por qué las señales generadas por el poder del pensamiento pueden ser recibidas por alguien a miles de kilómetros.

Recientes experimentos con el ADN humano nos indican que “los sentimientos del observador” llevan a que el ADN pase a ser un estado comprimido o expandido, dependiendo del tipo de sentimientos existentes alrededor. Es decir, nuestras emociones afectan la materia.

Una y otra vez la ciencia parece ir encontrando respuestas que validan muchos de los mitos y religiones en que han creído los humanos desde el principio de los tiempos, pero que hasta ahora solo se apoyaban en la fe, como también las ideas mantenidas por los místicos durante siglos de que todos somos UNO. Es como si se hubiera cortado la cadena de conocimiento en algún punto de la historia y hoy, a través de la física cuántica, esta estuviera siendo reconectada validando la “sabiduría ancestral”.

Lo que nos está mostrando la ciencia es que a la luz de estos nuevos descubrimientos, lo que sentimos y lo que pensamos afecta nuestro entorno y probablemente mucho más allá de este. Existen experimentos que constatan que las emociones pueden afectar el ADN humano a cientos de kms de distancia con un efecto inmediato que existe más allá del tiempo y el espacio.

Todas estas teorías están apuntando a que un pensamiento tendría el poder de cambiar la materia física como fue documentado en los experimentos hechos con el agua por el japonés Masaru Emoto, publicados en el libro “Los Mensajes del Agua”. Si podemos afectar al agua con nuestros pensamientos y emociones, obviamente también podemos afectarnos unos a otros, ya que somos 60% de agua.

Pues bien, si todos estamos CONECTADOS en esta matriz energética unificada, es importante ser conscientes de ello, y reconocer que lo mejor que podemos hacer por el mundo es convertirnos en seres alegres y felices, pues nuestra vibración (pensamientos y emociones) afecta a todo lo que nos rodea.

Así que, como decía Gandhi, “Sé el cambio que quieres ver en el mundo”, pues tu cambio sin duda generará otros cambios. Sé la mejor versión de ti mismo y de esa manera estarás haciendo un gran aporte.

Dicho todo esto, el ejercicio de tocar música juntos en torno a un pulso común, se presenta como algo natural que más que CONECTARNOS, lo que en realidad hace, es validar la CONEXIÓN ya existente entre todos, generando esa potente sensación de ser todos UNO!