La fiesta entre los pápagos “gente del desierto” o tohono o’otham.

El territorio habitado por este pueblo comprende parte de los desiertos de Sonora y Arizona. El conjunto de las ceremonias que hoy están despareciendo giraba en torno a la explicación mítica de la creación de los pápagos.

Fuente: gob.mx https://www.gob.mx/inpi/articulos/la-fiesta-entre-los-papagos-gente-del-desierto-o-tohono-o-otham

El mestizaje y el reacomodo territorial, que derivaron en nuevas formas de organización, producción e intercambio, son la explicación de diferentes modificaciones en la cultura del pueblo pápago. Uno de esos cambios es el abandono de prácticas rituales, entre las que se encuentran los viajes en primavera a la zona costera para obtener la sal, en los alrededores del actual Puerto Peñasco; la ceremonia de la pubertad femenina, los rituales guerreros de purificación y la fiesta de recolección de sahuaro.

Las principales ceremonias de los pápagos eran la que se hacían en el tiempo de la recolección de las frutas de los cactus gigantes (pitahaya), a comienzos de verano; la danza de venado que se hacía en el otoño o al principio del invierno, al regreso de los campos de cultivo; las danzas de la lluvia durante la primavera, y la ceremonia del vi’ikita o fiesta de cosecha. Estas ceremonias reflejaban sus antiguas formas de organización al integrar a diferentes rancherías en su realización, tanto en los preparativos como en los aspectos rituales.

Actualmente los pápago sólo conservan la celebración de la ceremonia conocida como vi’ikita, y el khuijin o cacería anual del venado, así como diversas celebraciones relacionadas con el calendario ritual cristiano, entre las que se encuentran las fiestas de San Francisco, Semana Santa, la Asunción de la Virgen y Día de Muertos.

La ceremonia del vi’ikita, que sólo se realiza en Quitovac, se hace de acuerdo con el movimiento de la luna; su celebración ocurre durante el mes de julio (durante la primera luna llena). Su motivo principal es invocar la llegada de las lluvias. Consiste en cantos, rezos, peticiones y escenificaciones. Los preparativos consisten en la preparación de ramadas en un lugar denominado “corral”.

Aquí se construyen cinco ramadas, dos de ellas para hacer los dos grupos de danzantes, donde se visten y realizan los primeros rezos y ceremonias; otras dos ramadas se dedican al son y se orientan a los rezos; la quinta es el sitio donde se realizan los cantos.

Para la realización de esta ceremonia hay una organización que comprende los puestos de rezanderos y músicos, que duran cuatro años. Los rezanderos se ubican frente a frente, ambos con la cara cubierta por una máscara de gamuza, además de un cinturón del mismo material del que cuelgan campanas y cencerros que agitan constantemente con su movimiento de piernas; cada uno lleva en las manos dos varas con plumas en medio y en cada extremo, que también se llaman vi’ikita. A los rezanderos los acompaña también un hombre con polvo de maíz que purifica los actos de la ceremonia. Los músicos tocan un raspador al tiempo que cantan; el raspador es apoyado en una corita, que sirve como caja de resonancia.

Durante el vi’ikita los rezanderos, acompañados de las autoridades, hacen un recorrido por las casas del pueblo y en cada una colocan cuatro montoncitos de tierra sobre los cuales se coloca el vi’ikita y un ramo de plumas de águila y gavilán, luego regresan al lugar de la ceremonia y el otro grupo realiza lo mismo.

Después de estos actos rezan a diferentes elementos de la naturaleza, entre los que se encuentran el sol, la lluvia y las nubes. Se reza durante toda la noche.

Antes de salir el sol, con las primeras luces, los rezanderos hacen plegarias mientras recorren el corral: desde las ramadas dedicadas a los danzantes, hasta el lugar donde se encuentran los músicos, que cantan en el momento en que se acercan los rezanderos. Los músicos continúan cantando hasta que se cumplen 24 horas de la ceremonia, alrededor de las cuatro de la tarde. Por su parte, los danzantes dejan de bailar y cantar y enseguida representan la cacería del venado y del cazón.