La oscura historia del origen del Día de San Valentín

Sociedad 14 de feb. de 2022

fuente: https://www.abc.es/

Festival pagano de Lupercalia

Festival pagano de Lupercalia

Hoy, 14 de febrero, se celebra el día más romántico del año: el Día de San Valentín. Pero, ¿se ha celebrado siempre igual a lo largo de la historia? ¿Cómo fue el primer San Valentín? ¿Por qué se celebra? ¿Qué se esconde detrás del día de los enamorados?

Hoy, lunes 14 de febrero, se celebra el día más romántico del año: el Día de San Valentín, una fecha que los más enamoradizos señalan en el calendario para hacer planes especiales con sus parejas o amigos, regalar flores o dulces o tener gestos de amor con aquellos a quienes más quieren.

Los escaparates se llenan de corazones y de pequeños angelitos alados al estilo Cupido. El rojo y el rosa predominan en las calles y los más rezagados van de tienda en tienda buscando el regalo perfecto para sorprender a esa persona especial. Ya sea un invento de las grandes superficies comerciales para hacer más caja o un día en el que reivindicar el amor, lo cierto es que San Valentín se ha convertido en un día importante.

Pero, ¿por qué se celebra San Valentín? ¿Cuál es su origen?

San Valentín, lapidado y decapitado por defender el matrimonio cristiano

Tradicionalmente, el 14 de febrero celebramos la onomástica de San Valentín.

No se sabe a ciencia cierta cuánto de su historia es real y cuánto forma parte de la leyenda y la mitificación del personaje. De hecho, hace poco más de 50 años, atendiendo a lo acordado en el Concilio Vaticano II, reforma litúrgica en la que se decidió qué santos tenían categoría universal y de cuáles no se podía constatar su existencia, el Papa Pablo VI eliminó San Valentín como festividad.

Con todo, la historia del santo al que más veneran los enamorados se extendió desde el siglo III hasta mediados del XX y aún hoy pervive la duda sobre la veracidad de su historia.

Según ha llegado a nuestros días, Valentín fue un sacerdote de Terni que, en contra de las órdenes del emperador Claudi II «el Gótico» (214-270 d.C.), quien creía que los soldados solteros eran más valientes en el campo de batalla, casó en secreto a parejas de jóvenes enamorados y llevó a cabo varios milagros.

La historia cuenta que Valentí fue encarcelado y que su carcelero, el oficial Asterius, le puso un reto en un intento por ridiculizarlo: que le devolviera la vista a su hija ciega. Obviamente, tratándose de alguien que fuera canonizado después, se obró el milagro y la joven hija de Asterius recobró la vista. Agradecida, toda la familia del oficial se convirtió a la fe de Cristo.

Es en este punto cuando la realidad parece mezclarse con la leyenda. Así, se dice que el sacerdote de Terni dio clases a la hija de Asterius a la que había devuelto la vista, Julia, y que de esos encuentros surgió el amor, lo que no le serviría a Valentín para librarse del juicio y su posterior condena a muerte.

El santo murió el 14 de febrero del año 207. Su reliquia se encuentra en la basílica que lleva su nombre de la ciudad de Terni, hoy lugar de peregrinación para los amantes.

Durante el pontificado de Gelasio, entre el 496 y el 498, comenzó a honrarse el martirio de Valentín, un reconocimiento que también podría estar relacionada con la intención del pontífice de acabar con una fiesta pagana: los Lupercales.

Lupercalia

El Día de los enamorados también ha sido relacionado en ocasiones con la fiesta pagana de Lupercalia. En esta fiesta se elegía de entre los miembros más ilustres de la ciudad a una congregación especial de sacerdotes, los Lupercos, Luperci o Sodales Luperci, cuya traducción sería «amigos del lobo». Debían ser adolescentes que durante un tiempo, antes de entrar en la edad adulta, debían sobrevibir de la caza en el bosquecomportándose como lobos humanos y haciendo referencia a la leyenda de Rómulo y Remo, los gemelos criados por una loba y fundadores de Roma.

El 14 de febrero se reunían en la gruta Ruminal del monte Palatino, la colina central en donde, según la tradición, se fundó la ciudad a la que llegan todos los caminos. En ese punto, los sacerdotes adultos llevaban a cabo el sacrificio de dos animales que eran considerados impuros, un perro y un macho cabrío, y marcaban con sangre la frente de los Luperci que se estaban iniciando. A continuación, estos cortaban a tiras la piel de los animales sacrificados, las llamadas «februa» (posiblemente el origen dl nombre del mes de febrero). Desnudos o simplemente tapados por algunas tiras del cuero arrancado, salían alrededor del monte a golpear a todos los se cruzaban en su camino. El ser azotado por las tiras equivalía a un acto de purificación.

Además, Lupercus era el dios de la fertilidad y se decía que esos azotes ayudaban a las féminas a ser más fértiles.

Etiquetas