Las Campanas, su Significado y por qué el Demonio las odia
Cuando repican, llaman a la fiesta, cuando doblan avisan de la muerte. También tocaban para ahuyentar el ‘nublao’ y proteger la cosecha. Cada ‘toque’ tiene asociado un mensaje o llamada de atención.
Las campanas no llaman solamente a las personas a orar, también tienen una relevancia espiritual que no es tan conocida.
¿Por Qué la Iglesia usa campanas?
LAS CAMPANAS Y SU ORIGEN
Son un instrumento bien conocido alrededor del mundo. Su sonido es inconfundible, sea cual sea el lugar. Casi todas las iglesias Católicas cuentan con un campanario, lugar donde se encuentran las mismas, y que son parte esencial del edificio religioso.
¿Se ha preguntado de dónde vienen o por qué se usan? Veamos la historia de estos instrumentos tan hermosos.
El origen de las campanas es muy difícil de establecer, siendo opinión generalizada la que atribuye la mención de las campanas a la Campania (Italia), por haberse empezado a fundir allí las campanas más grandes y de más calidad de bronce.
El uso de las campanas para anunciar cualquier acontecimiento es muy antiguo, pero en la Iglesia comenzaron a usarse en un tiempo relativamente tardío. Tanto es así, que en la Iglesia Occidental no aparece hasta el siglo VII y en la Oriental no antes del siglo IX, apareciendo las primeras campanas en Santa Sofía de Constantinopla.
El aviso para los Oficios Divinos, en los primeros siglos, se hacía de viva voz; parece que existieron unos diáconos (“cursores”) que avisaban de casa en casa. Posteriormente, aparecen otros instrumentos de convocatoria, como tabletas o láminas de madera, una barra de metal, bocinas o trompetas.
Cuando se pusieron en uso las campanas, no había más que una en cada iglesia, multiplicándose posteriormente. Al crecer el número de campanas como su volumen, se vio la necesidad de construir torres para colocarlas debidamente y para que la sonoridad de las mismas pudiera esparcirse más.
Durante los años 604 a 606, por una disposición canónica, se mandó que en todas las iglesias católicas se colocaran campanas que tocaran en los Oficios Divinos. Esa disposición establece también que las catedrales tengan cinco o más campanas, las parroquias dos o tres y las iglesias de oratorias particulares sólo una.
En los Concilios celebrados en 1584, 1585 y 1590, prohibieron que las campanas se destinasen a otros usos que los religiosos; pero en el siglo XVII, la Congregación de Obispos dispensó de tal prohibición en casos de utilidad pública.
El uso de las campanas aparece en la Iglesia Occidental, en el siglo VII y en la Oriental, parece que no se usaron antes del siglo IX, apareciendo las primeras campanas en Santa Sofía de Constantinopla.
Antes del uso de las campanas, aparecen otros instrumentos de convocatoria, como son: Tabletas o láminas de madera, golpeándolas unas contra otras; una barra de metal, bocinas o trompetas (prescritas por la Regla de San Pacomio para congregar a los monjes).
Cuando se pusieron en uso las campanas, en un principio, no había más que una en cada iglesia, multiplicándose posteriormente.
Al crecer el número de campanas, como asimismo el volumen de las mismas, se vio la necesidad de construir torres para colocarlas debidamente y para que la sonoridad de las mismas pudiera esparcirse más.
En el tiempo de San Anastasio, Mártir de Persia, no se usaban campanas, debido a las sangrientas y crueles persecuciones que se padecían. Luego que se consiguiera la tranquilidad deseada, el Papa Sabiniano, que gobernó la Iglesia del año 604 hasta el 606, mandó que en todas las iglesias se pusieran campanas y que se tocaran de día y de noche.
El primer lugar donde se fabricaron primeramente las campanas cristianas para el uso que se les da hoy, fue en Nola, Ciudad de la región de Campania. Su inventor fue San Paulino, Obispo de Nola. Las grandes se llamaron «campanas» por ser hechas en la región de Campania, y las pequeñas, «nolas», por la ciudad de Nola, donde se fundieron y usaron por primera vez.
¿POR QUÉ LAS USA LA IGLESIA?
Porque a su sonido concurren los fieles a oír la Palabra de Dios, a orar y a alabar a Dios y cumplir con las obligaciones de todo cristiano. El uso de las campanas en la Iglesia es tan provechoso y tan útil pues con su sonido, excitan los ánimos de los fieles a la devoción, alegran los corazones para pedir auxilio a Dios.
Más tarde, la costumbre se extendió cada vez más entre iglesias parroquiales y las campanas se usaron para llamar al pueblo a la celebración de la Eucaristía, además para la recitación del Ángelus durante el día.
Cuando se escucha las campanas de la Iglesia, se interpreta que la Misa está por comenzar. Las campanas y el campanario siempre han identificado a las iglesias católicas. Se puede reconocer si una iglesia es católica por su campanario y sus campanas. Los centros de reuniones protestantes no cuentan con campanario y campanas, no porque no puedan usarlas, sino porque su uso está tan arraigado a la Iglesia Católica, que cualquier elemento que los llegue a ligar con la Iglesia, lo rechazan, para no tener parecido en nada. Esto se hace más evidente por ejemplo con los testigos de Jehová, quienes al juzgarnos de «religión falsa», evitan tener parecido con la Iglesia.
¿QUE SIMBOLIZAN LAS CAMPANAS?
Las campanas simbolizan a los Prelados, Predicadores y Confesores, porque así como el sonido llama a los fieles a la unión de la Iglesia, así los Prelados, Predicadores y Confesores con su ejemplo, doctrina y persuasión han de atraer a los fieles al amor de Dios y al conocimiento perfecto de su Religión.
La dureza de su metal, simboliza la fortaleza y constancia que ha de tener el Predicador y el Prelado, para reprender los vicios. Su simbolismo viene también del Antiguo Testamento y representa más que todo la alegría del pueblo.
Tienen su figura en los instrumentos que se tocaron cuando el Rey David y todo su pueblo llevaban el Arca de la Alianza, a la Ciudad de David: «David ordenó a los jefes de los levitas que organizaran a sus hermanos los cantores, con instrumentos musicales, arpas, cítaras y címbalos, para que los hicieran resonar alegremente.» (1 Crónicas 15, 16)
Son figura de los instrumentos que tocaron Judas Macabeos y sus hermanos y todo el pueblo al renovar y dedicar el nuevo altar del Templo: «Este fue dedicado con cantos, cítaras, arpas y címbalos, justamente en el mismo mes y en el mismo día en que los paganos lo habían profanado. «( 1 Macabeos 4, 54)
También fueron figuradas en las campanillas que por Mandato de Dios, hizo poner Moisés en el manto de Aarón para que el pueblo supiera cuando él entraba y salía del Santuario: «Aarón irá revestido del manto para ejercer su función sacerdotal, y el sonido de las campanillas tendrá que oírse cuando entre en el Santuario, delante del Señor, y cuando salga de él. Así no morirá«. (Éxodo 28, 35)
Y a las trompetas que se usaban para llamar al Pueblo y que Dios mandó a hacer en el Libro de los Numéros: «Cuando se hagan sonar las dos trompetas, toda la comunidad se reunirá delante de ti, a la entrada de la Carpa del Encuentro«. (Numéros 10,3)
«Mientras que para reunir a la comunidad se tocarán las trompetas sin proferir ninguna aclamación«. (Numéros 10, 7)
¿PORQUE SE TOCAN DE DIVERSOS MODOS?
Para significar la distinción de Festividades y diversos Oficios, cuya diversidad tiene su figura en la manera que Dios le mandó a Moisés con las trompetas de plata: «Cuando se hagan sonar las dos trompetas, toda la comunidad se reunirá delante de ti, a la entrada de la Carpa del Encuentro. Pero si tocan una sola, se reunirán contigo los jefes, es decir, los capitanes de los regimientos de Israel. Cuando ustedes den un toque de trompeta acompañado de una aclamación, se pondrán en movimiento las divisiones acampadas al este» (Numéros 10, 3-5)
En las Iglesias Metropolitanas, Catedrales, Colegiatas y Parroquias, se tocan conforme a las festividades, no en todas las ciudades y países es igual, esto por ejemplo se realiza en España, pero en países como México, no es muy común.
EL REPIQUE COMÚN
En México y muchas partes de Latinoamérica es común que media hora antes del comienzo de la Misa se escuchen los primeros repiques. Por ejemplo, si la Misa comienza a las 6:00pm, los primeros repiques se escucharan a las 5:30pm. Primero se da una campanada, seguida de una breve pausa, después, se dan otras campanadas, otra breve pausa, y otra última campanada. La campanada que se dio al inicio y la ultima indican que es la «primera llamada» para ir a Misa.
A las 5:45 pm, es decir, quince minutos después volverán a sonar, solo que se darán primeros 2 campanadas, una pausa, otras campanadas, pausa y otras 2 últimas. Estas indican las «segunda llamada». A las 6:00 pm, se da la «tercera y última llamada». Los repiques se repiten, pero esta vez con 3 repiques al inicio y al final.
Conociendo el significado de los repiques, podremos saber qué tanto falta para que dé inicio la Misa de la iglesia más cercana. Para representar la alegría de toda la Iglesia, se repican todas las campanas de un campanario, durante una Festividad Mayor.
Hacerlas sonar es un arte que crea musicalidad y lleva siempre una enorme carga de sentimientos.
Las campanas tienen su propia voz y, como voz que tienen, poseen su propio lenguaje: el lenguaje de las campanas. Este lenguaje fomenta las relaciones espirituales y nos ayuda sobrenaturalmente recordándonos aquella festividad que se conmemora o aquella función religiosa que va a celebrarse. Excitan en nosotros todo tipo de sentimientos: nos dan alegría, si sus repiques recuerdan alguna efemérides célebre o algún acontecimiento que no debe pasar desapercibido; son capaces de sumergirnos en la más profunda tristeza si doblan a muertos; o incluso, nos dan a veces la señal de alarma por algún peligro que se cierne sobre nosotros.
Desgraciadamente, este lenguaje se va perdiendo poco a poco: da pena ver como las campanas se están quedando mudas, no sólo en nuestro pueblo sino también en la mayoría de las poblaciones. De todas formas, hay que entender que poco significado tendría oír ahora ciertos toques que por naturaleza han tendido hacia la extinción irremediablemente.
De todos sus sonidos son conocidos los siguientes:
“A la oración”. Se tocaba diariamente dos veces al día: una al orto y otra al ocaso. Consistía en dar un repique que, posteriormente, se transformaría en unos toques en la campana “Grande”. Este toque, ya de tradición, se conservó por más tiempo gracias a una especie de fundación que creó un vecino. Hoy en día ya no se toca.
“Al Ángelus” o “medio día”. Se tocaba a diario justo a las doce horas solares. Consistía en doce campanadas pausadas en la “Campanica”. Este toque semejaba las campanadas de un reloj e indicaba también la hora de comer. Hoy, está en desuso.
“A rosario”. Se tocaba a diario al oscurecer. Consistía en una serie de campanadas seguidas en la “Campanica”. Aún se puede oír de vez en cuando.
“A calvario”. Se tocaba solamente en la época de Semana Santa al amanecer en la “Campanica” o en la “Grande” y consistía en una serie de toques seguidos. Ya no se usa.
Durante la Semana Santa, son dignos de mención dos toques significativos: “Repiquete de Jueves Santo” o “Repiquete de Encierro” y “Repiquete de Sábado Santo” o “Repiquete de Resurrección”. Ambos repiques se tocaban mientras durase “el Gloria” acompañados por la esquila de la Iglesia. Entre un repique y otro las campanas quedaban mudas, es más, se silenciaban las esquilas del ganado y, las esquilas o campanillas de las Iglesias, tampoco se tocaban, usando en su lugar un artilugio de madera llamado “matraca”.
Otro de los toques significativos era el día del Ángel de la Guarda. A las cero horas del uno de marzo se daba, como costumbre, un gran repique con una duración de una hora, si no era más. Ya no hay repicadores.
Se repicaba también durante la bendición de los campos en su día señalado.
Y, como no, hay que mencionar los repiques que se daban y se dan en los bautizos en honor a un cristianizado más.
“A concejo”. Se toca cuando se necesita la reunión del Pueblo por algún motivo en especial. Consiste en dar tres series de toques seguidos en la campana “Pequeña”.
“A fuego”. Consiste en series de toques muy seguidos y alternativos en campana “Grande” y “Pequeña”. En la “Campanica” es, igualmente, un toque muy seguido. Si el fuego es en el monte (ya en desuso), se tocará primero “a concejo”.
“Incordiar”. Se toca a la muerte de una persona y mientras esté en cuerpo presente hasta su entierro. Su toque consiste en dar campanadas alternas en campana “Grande” y “Pequeña”, con la particularidad de que no se dará la siguiente campanada hasta que no finalice el eco de la anterior. Este toque, es capaz de diferenciar si el difunto es una mujer, un hombre o un sacerdote. Esta diferenciación se lleva a cabo mediante las correspondientes “esposas”, es decir: para una mujer se tocarían dos “esposas”; para un hombre, tres y; para un sacerdote, cuatro. Si el difunto era un recién nacido se repicaba.
En este punto hay que recordar un toque especial a favor de las Ánimas del Purgatorio en la noche del día de Todos los Santos. Se “incordiaba” toda la noche y lo hacían, por costumbre, los mozos a cambio de un donativo que conseguían del pueblo. Extinguido.
Se “incordiaba” también mientras duraba la procesión oratoria de los Fieles Difuntos por todo el Cementerio.
También hay que tener en cuenta otros toques que, aunque sólo los voy a mencionar, no por eso dejan de ser menos importantes. Así podríamos hablar de los toques “a Novena”, “a Vigilia”, “a confesar”, en primavera “a la buyada”, “al molino”, “a catequesis”, en fin, cualquier disculpa era buena para dar unas campanadas.
Antes hice alusión a las esquilas o campanillas de las iglesias, pues bien, también tienen sus toques bien diferenciados. Además de tocarse durante “el Gloria” en Semana Santa, se tocaban en la Consagración, en la procesión de la Fiesta Sacramental, en la exposición mayor y menor del Santísimo Sacramento, por la calle cuando se llevaba el viático a los enfermos y, curiosamente, se tocaban al principio de cualquier Oficio para indicar, a los que esperan fuera, que su comienzo es inminente.
OTROS TIPOS DE REPIQUES
En otros lugares se tocan por la mañana, simbolizando las presentaciones de Jesús antes Anás, Caifás, Herodes y Pilatos. Se tocan en la tarde cerca de las 3pm, para para hacer referencia a las hora en que murió Jesús.
En otros lugares se tocan una ves en la mañana, para hacer memoria de la Resurrección de Jesús. Al medio día, para conmemorar su Pasión y Muerte y al anochecer para recordar su Encarnación. Estas tres veces se conocen como las «tres veces a las Ave Marías», debido a que cada una de las tres veces que se tocan se reza un Ave María.
EXCEPCIONES
No se tocan las campanas en los tres días santos de la Semana Santa, Jueves, Viernes y Sábado Santo. Esto con el fin de recordar todos los momentos de angustia que vivió Jesús el Jueves, su dolorosa Pasión el Viernes y su estancia en el Sepulcro el Sábado. En cambio, el Domingo de Pascua de Resurrección, se tocan las campanas en recuerdo de la alegría de que resucitó y que sigue vivo entre todos nosotros y reinando en el cielo a la derecha de su Padre.
¿PORQUE SE BENDICEN?
No es de extrañar que se unjan y bendigan las campanas y que se les ponga nombre. Toma su figura de los hizo Jacob con la piedra en la durmió y en donde tuvo el sueño de la Escala que tocaba el cielo. «A la madrugada del día siguiente, Jacob tomó la piedra que la había servido de almohada, la erigió como piedra conmemorativa, y derramó aceite sobre ella. Y a ese lugar, que antes se llamaba luz, lo llamó Betel, que significa «Casa de Dios».«(Génesis 28, 18-19)
No se «bautizan» las campanas, como vulgarmente se les dice, sino que se les dedica para el culto divino. Es por eso que se bendicen y se ungen.
las campanas también tienen un gran poder espiritual. Cuando se instala una campana nueva en una iglesia, tradicionalmente es “bautizada” o “consagrada” por el obispo o sacerdote local.
Las ceremonias antiguas imitaban la del bautismo y la ceremonia actual sigue requiriendo del uso de agua bendita.
Las campanas también reciben un nombre en honor de un santo patrón particular, aunque muchas se nombran en honor de la Santísima Virgen María.
El Ritual Romano contiene una bendición muy solemne de campanas de iglesia y habla del simbolismo espiritual y el poder sacramental que estas campanas poseen ahora.
Dios, que decretó por medio del santo Moisés, tu siervo y legislador, que se crearan e hicieran sonar trompetas de plata en el momento del sacrificio, para recordar al pueblo a través de sus claros tonos que se preparen para tu adoración y se reúnan para su celebración. Concédenos, te imploramos, que esta campana, destinada para tu santa Iglesia, sea santificada por el Espíritu Santo a través de nuestro humilde ministerio, de forma que cuando repique y taña, los fieles sean invitados a la casa de Dios y la recompensa eterna.
Que la fe y la piedad del pueblo crezcan cada vez más fuertes siempre que escuche su melodioso repique. Que su sonido aleje a todo espíritu maligno; que se desvanezcan trueno y rayo, granizo y tormenta; que el poder de tu mano someta a los malignos poderes del aire, que tiemblen con el sonido de esta campana y huyan acto seguido ante la visión de la santa cruz grabada en ella.
Que Nuestro Señor nos conceda esto, Él que venció a la muerte en la cruz y que ahora reina en la gloria de Dios Padre, en la unidad del Padre y del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
Atención a cómo el sacerdote llama al poder de Dios a alejar a los “espíritus malignos” además del “trueno (…) rayo, granizo y tormenta” a través del sonido de estas campanas. La bendición continúa con una oración final que, de nuevo, evoca el peso espiritual que reciben las campanas.
Oh, Cristo, todopoderoso gobernante, como una vez calmaste la tormenta en el mar al despertar en la barca del sueño de tu naturaleza humana, así acudas ahora con tu benigna ayuda a las necesidades de tu pueblo, y derrames sobre esta campana el rocío del Espíritu Santo.
Siempre que suene, huya el enemigo del bien, que el pueblo cristiano escuche la llamada a la fe, que aterrorice al imperio de Satán, que tu pueblo se fortalezca al ser llamado a unirse al Señor y que el Espíritu Santo esté con los fieles igual que se deleitaba de estar con David cuando tocaba su arpa.
Y al igual que una vez el trueno en el aire ahuyentó una horda de enemigos, cuando Samuel sacrificaba un cordero lactante como holocausto al Rey eterno, así cuando el repique de esta campana resuene en las nubes traiga una legión de ángeles que vigile la asamblea de tu Iglesia, los primeros frutos de los fieles y aspiren a tu protección eterna en su cuerpo y espíritu.
Pedimos esto a través de ti, Señor Jesucristo, que vives y reinas con Dios Padre, en unidad del Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos.
El sacerdote ruega que “cuando el repique de esta campana resuene en las nubes traiga una legión de ángeles que vigile la asamblea de tu Iglesia”. ¡Estas campanas no son en absoluto ordinarias!
Así que, la próxima vez que escuches una campana de iglesia, recuerda el poder espiritual que tiene y ofrece una breve oración a Dios, dándole gracias por las muchas bendiciones en tu vida.
El demonio odia el sonido de las campanas
Un sacerdote exorcista de Estados Unidos explicó que el demonio odia “todo lo bello” y santo, entre ello las campanas que doblan durante la celebración de la Misa y que él mismo utiliza durante los rituales de exorcismo. “El diablo odia todo lo bello y las campanas se usan específicamente para llamar la atención sobre la adoración divina de Dios. Los demonios odian las campanas.
“Satanás siempre nos ataca a través de nuestros sentidos. Entonces, la liturgia misma debe ser un asalto sagrado a nuestros sentidos: Nuestra vista, nuestro tacto, nuestros olores y nuestros oídos. Hemos rezado como Iglesia con todas estas cosas sensoriales, porque ella aprendió durante milenios que esto es lo que repele al enemigo”.
“Nos conmueve la belleza. Conmueve nuestras almas la hermosa música, hermosas oraciones, flores, hermosos tonos. El diablo odia todo lo hermoso y las campanas se usan específicamente para llamar la atención sobre la adoración divina de Dios”
Asimismo, explicó que cuando se usan las campanas consagradas en la Misa, éstas “humillan al demonio porque son un objeto no racional que hacen lo que ellos mismos debieron hacer desde su creación. Pero estos no quieren adorar a Dios”.
Otra razón por la que el diablo odia las campanas es porque odian todo lo bello y santo.
CURIOSIDADES DE ALGUNAS CAMPANAS.
La campana más vieja del mundo es la “Tintinnabulum” hallada en 1849 en el palacio babilónico de Nimrod por Ansten Henry Loyard que se remonta a 1100 a. C.
El campanario más antiguo que se conoce está en Pisa (Italia) y data de 1106.
La campana más pesada del mundo es la “Zar Kolokol”, fundida el 25 de noviembre de 1735 en Moscú. Pesa 196 toneladas, mide 5,9 m. de diámetro y 5,87 m. de altura y en algunos puntos alcanza un espesor de 61 cm. La campana se rompió, desprendiéndose de ella un fragmento que pesaba unas 11 toneladas. Desde 1836 la campana permanece, sin tocar, sobre una plataforma en el Kremlin.
La campana más pesada en uso es la “Mingun”, que pesa 90,52 toneladas y tiene un diámetro de 5,09 m. Está en Mandalay (Birmania).
La campana más grande de España se encuentra en la catedral de Pamplona y pesa 11,96 toneladas.
La campana de volteo más pesada del mundo es la “Petersglocke”, en la torre Suroeste de la catedral de Colonia (Alemania). Pesa 25,4 toneladas y tiene un diámetro de 3,40 m.
El carillón más grande del mundo es el del Laura Spelman Rockefeller Memorial, de la iglesia de Riverside, ciudad de Nueva York (EE.UU.), con 74 campanas que pesan 102 toneladas. El bordón, que da el do bajo, pesa 18,56 toneladas. Esta campana, fundida en Inglaterra, con un diámetro de 3,09 m., es la mayor campana afinada del mundo.
Campanas más famosas de la historia
- La campana más grande que todavía existe es la campana del zar, actualmente en exhibición en Moscú, Rusia. Es el tercero en la línea de las campanas del zar, con un peso de 180 toneladas. Fue forjado en 1737, pero el gran incendio en el lugar de su fundación provocó su rotura. Sus predecesores se perdieron en el fuego, la campana de 18 toneladas de finales del siglo XVI y la campana de 100 toneladas de mediados del siglo XVII.
- La campana más grande jamás hecha fue la Gran Campana de Dhammazedi. Fue forjado en 1484 y se especuló que pesaba alrededor de 330 toneladas. Se perdió en el río Birmania en 1608 cuando los portugueses lo sacaron de su templo.
- La campana más grande que funcionó hasta 2006 fue la campana de la Paz Mundial en Newport, Kentucky, Estados Unidos. Pesaba 30 toneladas (sin claqueta ni soporte). La Gran Campana de Mingun la superó triplicando su peso a 100 toneladas.
- La campana más grande que existe en el mundo es la campana del rey Seongdeok de Corea del Sur con sus 25 toneladas. Fue fundida originalmente en el año 771 d.C., y originalmente se encontraba en el templo de Bell of Bongdeoksa. Actualmente está almacenado en el Museo Nacional de Gyeongju.
- Las tres campanas más grandes del Reino Unido son Great Paul (Catedral de San Pablo, Ciudad de Londres) y Great George (Catedral Anglicana, Liverpool) y el famoso Big Ben (Clock Tower, Palacio de Westminster, Ciudad de Londres).
- Una de las campanas más famosas en la historia de Estados Unidos es la campana Liberty Bell, una campana de 940 kg que se encuentra en Filadelfia, Pensilvania. El 4 de julio de 1776 marcó el inicio de la independencia de Estados Unidos.
- La campana polaca más famosa se llama Sigismund y se encuentra en la Catedral de Wawel en Cracovia, Polonia. En la historia moderna, sólo se utilizó en ocasiones nacionales muy significativas.
- La campana más grande de Inglaterra se encuentra en la torre suroeste de la Catedral de San Pablo en Londres. Pesa 16 toneladas y suena todos los días a la 1 PM.
- Una de las campanas más populares en Inglaterra es Old Tom, una campana pesada de 6 toneladas situada en la iglesia Tom Tower of Christ de Oxford. Hecha en 1680, esta campana suena 105 veces cada noche a las 24:05, lo que significa que son los 101 eruditos originales del colegio.
- La Maria Gloriosa en Erfurt, Alemania, es considerada una de las campanas medievales más bellas de toda Europa. Fue fundido por Geert van Wou en 1497.
- La Torre Dom en Utrecht, Holanda, alberga la segunda campana oscilante más grande de Europa. Fue soldada en 1505 por Geert van Wou y pesa 8,2 toneladas.
Fuentes:conocetuiglesia.blogspot.com sábado, 15 de octubre de 2011; descubresanabria.com, el lenguaje de las campanas por Tono García, Abril 2018; es.aleteia.com, /2017/09/02/el-sorprendente-poder-espiritual-de-las-campanas-de-la-iglesia/; aciprensa.com/noticias/exorcista-explica-por-que-el-demonio-odia-tanto-a-las-campanas-58030