Origen y significado de los nombres de los municipios de Sonora

Sonora es un estado con abundante historia y rica cultura. Esto se refleja incluso en el nombre de sus municipios, muchos de ellos bautizados por los pueblos originarios, como ópatas, mayos, yaquis, comca’ac, tohono o’odham y pimas.

A pesar del paso del tiempo, muchos de estos lugares aún conservan su nombre original, cuya toponimia nos brinda pistas del pasado: desde las actividades que allí se desarrollaban, la naturaleza presente en cada región, hasta referencias a leyendas sobre la fundación de los pueblos.

Conocer el significado del origen etimológico de los nombres propios de los municipios de Sonora no solo resulta interesante, sino que es de vital importancia para la preservación de nuestro patrimonio cultural y, por lo tanto, herencia de las futuras generaciones.

La siguiente es una lista con el significado de los nombres de los 72 municipios de Sonora, con información recopilada del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (INAFED) y del historiador Flavio Molina Molina.

Aconchi: El nombre de Aconchi proviene de la lengua ópata de las raíces ‘aco’, paredón y ‘Tzi’, en lugar, significando “en los paredones”.

Agua Prieta: Del vocablo ópata bachicuy, que significa ‘aguas negras’, debido a que, en el lugar, el agua con la cual los ganaderos de finales del siglo XIX abrevaban su ganado se tornaba oscura.

Álamos: En sus primeros años fue conocido como Real de la Limpia Concepción de los Álamos, por la presencia del árbol de álamo en la región. El nombre original de este pueblo era Ostímuri, pero se desconoce el significado de la palabra.

Altar: Como a la mayoría de los municipios de Sonora, el nombre se le dio por su cabecera, el pueblo de Altar, nombrado así por la parroquia de la Virgen de Guadalupe erigida años después de su fundación.

Arivechi: Su nombre proviene de la lengua ópata de las raíces ‘arive’, calavera y la proposición locativa ‘tzi’, que significa lugar; es decir, Lugar de la Calavera.

Arizpe: El nombre de Arizpe se deriva de las raíces de la lengua ópata ‘arit’, hormiga brava y ‘pa’, en; “Lugar de hormigas bravas o coloradas”.

Átil: Se dice que su nombre proviene del pima átil que significa “Punta de flecha”.

Bacadéhuachi: El nombre proviene de la lengua ópata de las raíces ‘baca’, carrizo, ‘degua’ entrada, puerta, y ‘tzi’, lugar; es decir “En la entrada del carrizo”.

Bacanora: su nombre proviene de la lengua ópata, de las raíces ‘baca’, carrizo, y ‘nora’, apócope de ‘noraco’ (ladera), “ladera de carrizo”.

Bacerac: La versión más autorizada en lo que respecta a la etimología del nombre de Bacerac, es que proviene de la lengua ópata ‘baceran’ y significa “lugar donde se ve el agua”.

Bacoachi: El nombre del municipio proviene del ópata ‘cuchibaciach’ que significa “Culebra de agua”.

Bácum: El territorio del municipio de Bácum estuvo ocupado desde mucho antes de la llegada de los españoles por la etnia yaqui. El nombre de Bácum significa “lago” o “agua estancada”, en la lengua yaqui.

Banámichi: El nombre del municipio deriva del vocablo de la lengua ópata ‘banamitzi’, que quiere decir, “Donde da vuelta el agua” o “Arriados por el agua”.

Baviácora: El municipio debe su nombre a la denominación en lengua ópata de la hierba del manso, que abunda en la región. Del ópata ‘babícor’, “La yerbabuena que crece en el río”.

Bavispe: El territorio que hoy ocupa el municipio estuvo habitado por tribus ópatas, de ahí el nombre de Bavispe se derive de la palabra ‘bavipa’, que significa “lugar de donde cambia de dirección el río”.

Benjamín Hill: El primer asentamiento dentro del territorio municipal fue un rancho llamado San Fernando. En el año de 1939 se escogió a este lugar como uno de los puntos de parada del ferrocarril Sonora-Baja California y se construyó una estación. Nombrado así en honor a Benjamín Hill, general de la Revolución. que gobernó el estado de Sonora provisionalmente en 1915.

Caborca: Etimológicamente, el nombre del municipio es ‘cabota’, que significa “corita boca abajo”. La “corita” es una canasta con forma de olla utilizada por los Tohono O’Odham, también conocidos como Pápagos.

Cajeme: El nombre del municipio es en honor a José María Leyva Cajeme, legendario guerrero yaqui que militó en las tropas sonorenses. Fue defensor de la tribu yaqui. Se le conocía como ‘Cajeme’, que significa “El que no bebe”.

Cananea: Según datos recogidos en el lugar, la palabra Cananea viene de dos voces apaches: ‘can’ que significa carne y ‘enfa’ que significa caballo, es decir “carne de caballo”. Por otra parte, el profesor Manuel Sandomingo hace referencia a otra versión del nombre, que quiere decir “donde corre el viento”, también de origen apache.

Carbó: Se le dio el nombre de municipio de Carbó en honor al oaxaqueño José Guillermo Carbó, quien en 1878 fue jefe de armas en Sonora, y que apoyó la legislatura en contra del gobernador Mariscal, obligando a este último a dejar el poder en 1879.

La Colorada: Nombrado así por el color rojizo del subsuelo. La zona minera conocida como Minas Prietas y La Colorada fueron descubiertas por los misioneros jesuitas entre 1740 y 1743.

Cucurpe: Su nombre proviene de la lengua indígena de los ópatas, originalmente de la palabra ‘cucupa’ que se interpreta como “lugar de codornices”.

Cumpas: Del ópata ‘cumpas’, que significa “lugar de cúmaro”. El cúmaro es un árbol silvestre que se reproduce en los valles y márgenes de los arroyos del norte y noroeste de Sonora, a una altura que oscila entre 600 y 1200 metros sobre el nivel del mar.

Divisaderos: Se dice que se le nombró así por su ubicación geográfica en la sierra alta de Sonora (del verbo ‘divisar’).

Empalme: Su nombre se deriva de la palabra “empalmar” que significa unir o entrelazar. En 1886, la ciudad era conocida como “Junction City”, que en español se traduce como “Ciudad de Empalme”. 19 años después, en 1905 se le comenzó a llamar “El Empalme”. El territorio de este municipio estuvo ocupado en tiempos prehispánicos por el pueblo yaqui, quienes habitaron la ranchería del Cochórit.

Etchojoa: El nombre de Etchojoa proviene del dialecto mayo de las raíces ‘etzo’, cardón o cactus conocido localmente como “echo”, y ‘jova’, habitación o casa. Por lo tanto, Etchojoa significa “casas de cactus o echos”.

Fronteras: Originalmente llamado Corodéhuachi, el territorio era habitado por ópatas hasta la llegada de los españoles. Sin embargo, la permanencia de estos en el territorio fue difícil debido a la resistencia de los indígenas al sometimiento, por lo que el lugar fue denominado “Real Presidio de Fronteras de los Apaches” debido a su ubicación geográfica.

Granados: Este lugar recibió el nombre de Granados, en honor a Don José Joaquín Granados y Gálvez, segundo obispo de Sonora de 1788 a 1794. Granados fue un predicador franciscano originario de Sedella, España. Murió en 1794 en Granados, Sonora.

Guaymas: El municipio toma su nombre de los Guaimas, un pueblo de cazadores perteneciente a la tribu Comca’ac o seri. En lengua cahíta, Guaymas significa “tirar flechas a la cabeza”.

Hermosillo: La actual capital de Sonora fue nombrada así en honor a José María González Hermosillo, personaje del bando insurgente en la Guerra de Independencia de México. Antes, la ciudad se llamaba Pitic (posteriormente Santísima Trinidad del Pitic), que significa “donde se unen dos ríos”, refiriéndose a al río Sonora y al río San Miguel.

Huachinera: Del vocablo ópata ‘huachinera’ que significa “Mesa de la Huata Sagrada”, haciendo referencia al árbol de huata, abundante en la región.

Huásabas: Su nombre proviene de la palabra ópata ‘huásaca’ que significa “lugar de tierras enyerbadas” o “lugar de tierras llenas de yerba que arrastra el río”.

Huatabampo: El nombre de Huatabampo proviene de la lengua cahita (yaqui y mayo) de las raíces ‘huata’, sauce; ‘baam’, plural de ‘baa’, agua; y ‘po en; “sauce en el agua”.

Huépac: El nombre dado a este municipio, obedeciendo a su ubicación geográfica significa “valle grande”; proviene del ópata ‘güepaca’, de ‘güe’ grande y ‘paca’, valle.

Ímuris: El topónimo de Ímuris es pima y se mencionan diversos significados, pero el más factible es el de “Mesa entre Ríos” o “Loma en forma de pedernal”

Magdalena: A principios del siglo XVII, Juan Bautista Escalante fundó en este lugar la Misión Santa María Magdalena, santa de la iglesia católica. El territorio originalmente estuvo habitado por los Tohono O’odham (pápagos) y pimas altos, quienes se resistieron a la ocupación española y destruyeron la Misión. A finales de ese mismo siglo, el misionero jesuita Francisco Eusebio Kino fundó nuevamente la misión. La cabecera municipal se llama Magdalena de Kino en su honor.

Mazatán: Su nombre proviene de la lengua ópata ‘masatan’ y significa “lugar del venado”.

Moctezuma: Nombrado así en honor a Francisco Moctezuma, coronel en la Guerra de Independencia de México y posteriormente secretario de Guerra y Marina de México (1828-1830). Antes, el pueblo se llamaba “Oposura”, que en lengua ópata significa “palofierral” o “lugar de mucho palofierro”, de ‘opo’, palofierro, y el sufijo abundancial ‘sura’.

Naco: En lengua ópata, ‘naco’ significa nopal.

Nácori Chico: El nombre de Nácori proviene de la lengua ópata, y sus raíces son ‘naco’, nopal y la terminación ‘ri’, entendiendo que Nacori es una apócope de Nacoripa, que significa “lugar del nopal”.

Nacozari de García: Las palabras Nacozari es una palabra ópata que significa ‘abundancia de nopales’. También fue nombrado así en honor a Jesús García Corona, ferrocarrilero que salvó al pueblo de la explosión de un tren.

Navojoa: El nombre de Navojoa proviene de la lengua mayo, de las raíces ‘navo’, nopal y ‘jova’, casa o lugar; significa por lo tanto “lugar de nopal”.

Nogales: La ciudad de Nogales surgió a partir de la autorización que obtuvo en 1880 la Compañía del Ferrocarril de Sonora buscando una terminal fronteriza. Previo a la fundación de la ciudad, fue establecido en la zona un rancho llamado Los Nogales de Elías en 1841, por lo que su nombre puede provenir de la abundante presencia de árboles de nogal o haciendo referencia al mencionado rancho.

Ónavas: El nombre de Ónavas proviene de la lengua cahita, de las raíces ‘ona’, sal y ‘boa’, agua; “agua salada”.

Opodepe: El nombre de Opodepe proviene de la lengua ópata, de las raíces ‘opo’, palo fierro, ‘det’, llano, y ‘pa’, lugar, que significa “en el llano de palo fierro”.

Oquitoa: Del pima ‘oki’, blanca, y ‘toa’, mujer, el nombre del pueblo significa ‘mujer blanca’. Existe una antigua leyenda que narra la fundación del pueblo. Este había sido situado en los márgenes del río, pero su ubicación hacía que fuera barrido por la creciente. Un día apareció una mujer blanca que les indicó donde debía ser instalada la población.

Pitiquito: Según la tradición local se dice que el pueblo toma el nombre del famoso jefe indio, que una vez vivió en la ranchería donde se construyó la iglesia, a quien le llamaban “Piti” o “Pitic”.

Puerto Peñasco: Nombrado así por el puerto y la geografía de la cabecera municipal. El turístico municipio es llamado también “Rocky Point” por los estadounidenses.

Quiriego: El nombre de Quiriego proviene de palabras latinas de la liturgia de la misa ‘kirie’ señor y ‘ego’ yo.

Rayón: Antes Nacameri, que en pima podría significar ‘lugar de tunas’, de ‘naco’, tuna, y ‘meri’, matiz o lugar. En 1825 se le cambió su nombre original por el de Rayón, en honor al General Ignacio López Rayón, insurgente mexicano que encabezó el movimiento de independencia tras la muerte de Miguel Hidalgo y Costilla.

Rosario: Nombrado así en honor a la Virgen del Rosario, figura de la Iglesia católica.

Sahuaripa: En lengua ópata sahuaripa significa “hormiga amarilla”, de ‘sagua’, amarillo, ‘arit’, hormiga, y ‘pa’, terminación locativa.

San Felipe de Jesús: Nombrado así en honor a San Felipe de Jesús, santo de la Iglesia católica. Se fundó en 1657, cuando el capitán Juan Munguía Villela denunció los terrenos donde se levanta para establecer una Hacienda dedicada a la extracción de minerales.

San Javier: Nombrado en honor a San Javier, santo de la iglesia católica. El real de minas de San Javier fue fundado en el año de 1706 por el Gral. Antonio Becerra Nieto.

San Luis Río Colorado: Nombrado así en honor a San Luis, santo de la Iglesia católica, y por el río que atraviesa su territorio.

San Miguel de Horcasitas: San Miguel de Horcasitas tuvo su origen en el presidio militar trasladado ahí en marzo de 1749 procedentes del Pitic. Se le dio el nombre de Horcasitas en honor del virrey don Juan Francisco de Güemez y Horcasitas, primer Conde de Revillagigedo, quien gobernaba entonces la Nueva España.

San Pedro de la Cueva: El actual territorio del municipio de San Pedro de la Cueva (nombrado en honor a San Pedro Apóstol) incluye las áreas que correspondieron a los municipios de Suaqui, Tepupa y Batuc, que desaparecieron al ser inundados por la presa Plutarco Elías Calles (El Novillo). Los significados de estos tres pueblos son:

  • Suaqui: Del pima ‘suaaqui’ que significa corazón de pithaya (de ‘sua’, interior o corazón, y ‘aquí’, pitahaya.)
  • Tepupa: De la lengua huegue (hablada por ópatas, eudeves y jovas) ‘tepuppa’, que significa ‘lugar de pulgas’, de ‘teppu’, pulga, y el locativo ‘pa’.
  • Batuc: También del hegue ‘batmuque’, que significa ‘agua muerta’, de ‘vat’, agua, y ‘muque’, morirse.

Santa Ana: Nombrado así en honor a Ana, madre de María y santa de la Iglesia católica.

Santa Cruz: Llamado anteriormente “Santa María de Suaqui”, fue nombrado así en honor a la Santa Cruz, figura de la iglesia católica, y también hace referencia al río Santa Cruz, que cruza el poblado desde Arizona.

Sáric: Del pima ‘sáric’ que significa ‘cuenca entre dos ríos’. En tiempos de virreinato se le conoció como Santa Gertrudis de Sáric.

Soyopa: El nombre del municipio en lengua yaqui significa ‘Tierra Caliente’. Existe una segunda versión del significado de Soyopa que indica que proviene del ópata ‘soiota’ que significa ‘espinaza’; de ‘soi’, espina, y ‘ota’, hueso.

Suaqui Grande: Del pima ‘suaaqui’ que significa corazón de pithaya (de ‘sua’, interior o corazón, y ‘aquí’, pitahaya).

Tepache: La palabra Tepache proviene del ópata ‘tepatzi’ que después se convirtió en ‘tepachi’ y posteriormente en Tepache. Para algunos historiadores, significa ‘lugar de mujeres bellas’, aunque para otros su significado es ‘lugar del árbol en la piedra’ y para otros más ‘lugar de frijol dado el parecido que guarda el vocablo tepatzi con ‘tépari’, nombre de una variedad de frijol.

Trincheras: Nombrado así por el Cerro de Trincheras, un yacimiento arqueológico de gran importancia para la cultura de Sonora, en cuyas laderas se construyeron más de 900 terrazas entre los años 1300 y 1450. La zona fue llamada ‘trincheras’ por primera vez en el siglo XVII por Juan Mateo Mange, un capitán español quien, al ver el cerro desde lejos, le pareció que estaba rodeado de edificaciones con propósitos bélicos.

Tubutama: Palabra de la lengua o’odham (pápago) que significa ‘liebre sentada en lo alto de la colina’.

Ures: Del ópata ‘uri’ que significa ‘varón’ o ‘persona’. Probablemente los primeros españoles asociaron la palabra uri con Ures, nombre que llevan algunos poblados de España.

Villa Hidalgo: Nombrado así en 1967 en honor a Miguel Hidalgo y Costilla, héroe de la Independencia conocido como ‘El Padre de la Patria’. Antes, el pueblo era conocido como Óputo, del ópata ‘opothu’ que significa “lugar de palofierros” (‘opo’, palofierro, y el sufijo locativo ‘thu’, en, lugar o de.

Villa Pesqueira: Nombrado así en 1867 en honor al entonces gobernador de Sonora Ignacio Pesqueira. Anteriormente, el territorio era conocido como Mátape, que proviene de la lengua hegue ‘mátapa’ y significa “lugar de metates” (de ‘mata’, metate, y ‘pa’, lugar).

Yécora: Del pima ‘yécora’ que significa ‘lugar rodeado de montañas’ o ‘lugar cercado a la redonda’; de ‘ye’, cercar, y ‘cora’, a la redonda.

General Plutarco Elías Calles: Nombrado así en honor al sonorense Plutarco Elías Calles, quien fue presidente de México en 1924. Su cabecera municipal es la ciudad de Sonoyta, que proviene del o’odham (pápago) ‘sonoytag’, que puede traducirse como ‘tronco donde brotan las aguas’, haciendo referencia a una fuente natural de agua ubicada al pie de un paraje que era conocido como Loma Alta.

Benito Juárez: Nombrado así en honor a Benito Juárez García, presidente de México, a quien también se le conoció como ‘Benemérito de las Américas’. El municipio surgió de un sitio donde se establecieron ex empleados de la construcción de la presa La Angostura, al que llamaron “Colonia Irrigación”. Posteriormente se le renombró con el nombre de Villa Juárez, perteneciendo entonces al municipio de Etchojoa.

San Ignacio Río Muerto: Nombrado así en honor a Ignacio de Antioquía, santo de la iglesia católica.