“URGE TAPON…”

Miguel Mendez 13 de jun. de 2020

Por Miguel Mendez

Los viejos del pueblo conocen muy bien esta historia.

Ya he aclarado en otras ocasiones que solo cuento lo que sé, lo que me platicaron o lo que viví, sin tratar de dar datos o remitirme a libros, investigaciones, etc. o más versiones o datos distintos.

Cuando Faustino Félix Serna fue destapado como candidato del PRI a la gobernatura del estado hubo manifestaciones en contra de un sector del mismo partido que no estuvo de acuerdo y se hizo famoso el “FAUSTINO NO” pintado en bardas, en volantes, carros etc. Fue tal vez el primer movimiento de inconformidad que enfrentó el partido en su historia a nivel nacional; hay que recordar que era 1967, 68 y había una efervescencia política y social en el país.

Sin embargo, en Pitiquito, si bien es cierto también se veían los FAUSTINO NO, y hubo una cierta división en el pueblo, una vez apareció Faustino, prácticamente todo fue fiesta y alegría. Un Pitiqueño, nacido en Pitiquito, que vivió allí su infancia y parte de su pubertad y que tenía muchos amigos en el pueblo, era el candidato a Gobernador. Mejor, ni en las películas de Pedro Infante.

Faustino visitó varias veces el pueblo como Candidato y muchas más como Gobernador. Recuerdo las fotos de cada visita publicadas en el Imparcial y en el Sonorense. Se le veía felíz, cómodo, sonriente, a gusto con su gente. Disfrutaba hasta el último minuto de cada visita y se dejaba querer por todos y daba entrada y platicaba con todos, con el que quisiera.

Le pedían de todo. Son famosas las peticiones que le hiciera Alonso Grijalva a quien Faustino quiso mucho y con quien se divertía como enano escuchándolo.

Faustino hizo lo que pudo por el pueblo y fue mucho en la obra física y en apoyos, pero también ayudó a muchísima gente.

Cuando Alonso Grijalva le envió el famoso telegrama que decía “Urge tapón. Río pelléndose “, se refería a que urgía la construcción de una presa que almacenara el agua que corría por el río y que en ese entonces llegaba hasta el mar en el Desemboque, en Caborca.

Había llovido a cántaros y el río iba de punta a punta, lleno, crecido, “pelléndose de agua” pues.

Era una petición muy antigua en el pueblo. Los viejos pensaban que se podía construir una presa fácil echando una cortina (Tapón) entre el cerro picudo y el cerro del Cuchillón; no había otro lugar mejor decían. Aguas arriba recorrías hasta Santa Ana y no había como echar una cortina; aguas abajo, recorrías hasta el Desemboque y menos. Entonces ahí en Pitiquito, allí atrás del cerro, ahí donde se juntan la Asunción y el Muchachito, ahí podía echarse la cortina- Tapón. Y cada vez que corría el río, los viejos se iban a la orilla a ver pasar la creciente y se les rodaban las lágrimas, de que esa agua no se podía aprovechar y llegara hasta el mar.

El Gobernador Faustino, sabía de ese anhelo, de ese sueño, como Pitiqueño que era. También fué agricultor en el Valle del Yaqui y por lo tanto sabía regar con agua rodada y sabía lo que significaba una presa en la economía de un pueblo.

Miguel Méndez (Mi padre) era presidente Municipal. Faustino lo llamó un día y le dijo: “Miguel van a unos ingenieros, te van a buscar, son de Recursos Hidráulicos ellos te van a decir que van a necesitar”. No digas nada de esto por favor “.

Los ingenieros arribaron, se encontraron varios días trabajando atrás del cerro, en el punto donde se pedía el tapón y registraron el río hacia arriba tomando los campos agrícolas que tenían en la zona hasta la estación del Ferrocaril. Terminaron y se fueron. Pocas gentes en el pueblo se dieron cuenta de su presencia.

Meses después, Faustino mando llamar a Miguel Méndez a Hermosillo en Palacio y le dijo:

“¿Te acuerdas de los ingenieros que fueron al pueblo y se estuvieron en el río? Pues ya me entregaron los resultados, mira “. Unos planos en la mesa y el otro: “Midieron todo el río en la zona, recopilaron la información de las crecientes de los últimos 30 años y dicen que sí se puede almacenar una buena cantidad de agua”. “A pues que bueno” dijo mi papa. “Si – le dijo Faustino– pero no se puede hacer. Los cálculos que hicieron señalan que con una pequeña cortina de 10 metros de alto, se inundaría hasta la estación y que moverían las vías y moverían la carretera. Así es que diles a las gentes en el pueblo que dejen de estar chingando con el tapón, no se puede hacer “.

No se qué medios de comunicación o qué palabras uso mi papá para comunicar la mala noticia al pueblo, pero sí puedo asegurar que nunca se volvió a tocar el tema, se dejó de pedir el tema, se olvidó y se enterró el asunto . Hasta la fecha.

A la mejor ahora si se puede. Sería bueno retomar el tema. Hay nuevas tecnologías, nuevos métodos de construcción y hay una variedad enorme de “presas” o retenidas de agua que funciona mejor, cuando menos para almacenar unos cinco. 6 millones de metros cúbicos de agua para infiltrar los acuíferos.


https://pitiquito.net/urge-tapon-ii

Etiquetas

Pitiquito y sus recuerdos

Pitiquito y sus recuerdos, página con novedades mundiales y de México e historias y anécdotas del pueblo de Pitiquito, Sonora, México.