URGE TAPON II

Por Miguel Mendez, Fuente: https://mytierraadentro.com/

Yo no sabía que la historia famosísima de “URGE TAPON…” de Alonso Grijalva (Personaje que merece de verdad un libro entero con sus anécdotas) (Pásenmelas yo lo escribo jajaja) tenía una segunda parte, al menos yo no la había escuchado, pero ahora que me la contaron vale la pena darla a conocer.

Me la contó Arturo Pompa, “El Piza” para más señas, hijo del “Zurdito Pompa”, Don Lorenzo Pompa L. Yo la doy por buena porque me asegura que su papá, o sea Don Lorenzo estaba presente y él, Arturo, se la escuchó muchas veces.

Para quienes no saben o no se acuerden Don Lorenzo Pompa, mejor conocido en el pueblo como “El Zurdito”, fue el Oficial del Registro Civil, toda la vida; y digo toda la vida porque yo no conocí otro. Era una persona muy respetada en el pueblo en función de su cargo y muy querido por todos también. Yo lo recuerdo serio, muy formal, aunque me dicen que era muy bromista y de risa fácil. Era amigo de mi papá y compañero de andanzas. Procreó junto con Doña Alicia, su esposa, una hermosa familia de hijos varones muy feos (Es broma) e hijas mujeres muy guapas y hermosas (Totalmente cierto). No hay en el pueblo personas de 40, 50, 60 y más años, que no tenga un acta de nacimiento o de matrimonio con la firma de Don Lorenzo Pompa L.

Por lo tanto en base a todos estos antecedentes, doy por válida la anécdota de Alonso Grijalva.

Era 1970 y Luis Echeverría Alvarez andaba en campaña para la Presidencia de la República. Vino a Sonora y Faustino Félix que era el Gobernador lo acompañó en su gira y claro, no iba a dejar pasar la oportunidad de llevarlo a su pueblo natal Pitiquito, donde era Presidente Municipal mi papá Miguel Méndez Bustamante.

Con anticipación se anunció la llegada de la comitiva al pueblo. Que yo recuerde – puedo estar equivocado obviamente—hasta esa fecha 1970, en los años cercanos nunca había estado en el pueblo un candidato a la presidencia y mucho menos un Presidente de la República. Yo sólo recuerdo que a finales de los 50s principio de los 60s fuimos a Caborca a ver al Presidente de la República que venía inaugurar la carretera federal Santa Ana – Tijuana. Era Adolfo López Mateos. Llegó en un camión, un autobús y lo vimos que sacó la mano para saludar al gentío que se había juntado enfrente de la iglesia la Candelaria en el centro de Caborca. Como en sueño me acuerdo.

No sé la fecha exacta, pero Luis Echeverría y Faustino Felix y una gran cantidad de acompañantes llegaron al pueblo también en un autobús y se armó el mitin en la plaza de armas donde se había congregado todo el pueblo esa mañana. Faustino como siempre, se sentía a sus anchas, sabía que estaba en casa, sonriente ya gritos saludaba a todos. Echeverría más circunspecto, se dejaba querer.

Subieron al quiosco todos los que debían subir: Echeverría, Faustino, Miguel Méndez y otros funcionarios. En aquel tiempo se usaban los “oradores” y uno de ellos de la comitiva inició con los discursos. Debe haber hablado Faustino también y al final Echeverría. Qué prometió o que dijo, no se en realidad y dudo que alguien lo recuerde.

Alonso Grijalva era uno de los asistentes y Faustino lo había ya localizado con la mirada desde arriba y le lanzó un saludo. Entre los aplausos de un discurso y otro, Alonso le grito a Faustino “Faustino, no se te olvide el tapón”. Y Faustino reía a carcajadas.

Finalizó el acto y procedieron a retirarse entre la gente que a duras penas los dejaban avanzar entre saludos de mano y abrazos. Se fueron retirando rumbo al autobús y Alonso quedó muy atrás.

Pero antes de irse, Faustino preguntó “¿Y Alonso? ¿Dónde está Alonso?” Y como nadie respondía ordenó a una de sus gentes “Tráiganme a Alonso Grijalva”.  Miguel Méndez, el Zurdito Pompa, el Secre Trujillo y otros funcionarios del ayuntamiento se echaron una mirada y dijeron “Esto va a estar bueno” y se acercaron más haciendo un círculo cerrado. Mientras corrían a buscar a Alonso, Faustino puso en antecedentes a Echeverría y rápidamente le dijo quién era Alonso Grijalva, qué quería y que estuviera preparado para sus respuestas. Echeverría muy serio no respondió. Ha de haber pensado “En que lío me meterá este”.

Llegó Alonso vestido con su característica indumentaria de pantalones y chaqueta de mezclilla, pañuelo colorado asomando una punta en la bolsa trasera del pantalón, zapatos de gamusa de trabajo muy gastados y sombrero de palma ala ancha con las alas extendidas a los lados para que diera más sombra.

Los del círculo cerrado se hicieron a un lado para que entrara Alonso. “Ah cabroncito ya creiba que te ibas sin saludar” le dijo a Faustino. Volteó a ver a Echeverría y se quitó el sombrero dándole la mano.

“A ver Alonso – le dijo Faustino- Dile aquí al candidato qué es lo que quieres, pídele, aprovecha cabrón”.

“Pos muchas cosas quiero—le dijo Alonso—pero mire señor, lo que aquí en el pueblo nos hace falta es un Tapón pa detener el agua del río; ai se va toda cuando llueve, pasa pelléndose de agua y toda se tira, señor. Necesitamos, urge un tapón. Ya se lo pedí a este – señalando a Faustino el Gobernador-  pero no oye, no hace caso ni hace nada”

Faustino y todos los presentes incluyendo a Echeverría, comenzaron a reírse.

“A ver Don Alonso – le dijo Echeverría–  ¿Y dónde quiere usted el tapón?”

Y respondió Alonso:

“Donde quiera señor menos en el culo”.

Las carcajadas de todos duraron un buen rato, hasta lágrimas de risa hubo en todos.