¿Ya sabes cuál es el significado de la piñata de las posadas?
No quiero oro, ni quiero plata: yo lo que quiero es romper la piñata. Al oír esta cancioncilla típica de las posadas, sabemos que ha llegado el momento más divertido de la noche. Y es que sin piñata, ¡no hay posada! Esta divertida tradición es la favorita de chicos y grandes que, con habilidad y fuerza, buscan romper la preciada olla para llevarse la mayor cantidad de dulces. Sin embargo, detrás de esta tradición hay un valioso significado que ha trascendido a lo largo de los años. Te invitamos a descubrirlo y a compartir con tus amigos.
Historia de la piñata
La cultura y tradiciones de México son resultado de muchas otras costumbres traídas desde lugares muy lejanos, y entre ellas, está la piñata. Esta es de origen chino, y se utilizaban para celebrar su año nuevo. Se presume que fue el explorador Marco Polo quien llevó esta tradición a Italia y posteriormente pasó a España. De forma sorprendente, los conquistadores descubrieron que los aztecas tenían una tradición muy similar en honor al dios Huitzilopochtli, por lo que los frailes aprovecharon la tradición de la piñata para evangelizar las nuevas tierras. La tradición de la piñata inició oficialmente en el pueblo de Acolman, en el Estado de México, por medio de los frailes agustinos, junto con las famosas “misas de aguinaldo”, que posteriormente se conocerían como posadas.
Significado de sus elementos
Los franciscanos no dudaron en aprovechar los recursos que tenían para que los nativos pudieran comprender el evangelio, además del peligros del pecado y las gracias y dones que otorga Dios. Por lo cual, le dieron a los elementos de la piñata estos significados:
- En primer lugar, sus colores: son muy llamativos, al igual que las tentaciones.
- Forma: las piñatas son elaboraciones artísticas muy atractivas, la cual representa la vanidad y los engaños del mundo.
- También los picos: las piñatas tradicionales llevan 7 picos (algunas llevan más, otras menos). Estos representan los 7 pecados capitales: soberbia, envidia, ira, pereza, avaricia, gula y lujuria.
- Por otro lado, la venda en los ojos: representa la fe ciega que tenemos en Dios.
- Palo: es la fuerza de la virtud que destruye la mentira y el pecado.
- Finalmente, dulces: son las gracias concedidas por Dios al vencer el pecado, premios a la devoción y la perseverancia.