EL PADRE KINO, EL MISIONERO A CABALLO, RECONOCIDO POR LA IGLESIA UNIVERSAL
En México y en el sudoeste de los Estados Unidos la figura del misionero y científico Eusebio Francesco Chini es muy conocida. En esta región de América del Norte se le suele llamar Padre Kino, una adaptación en español de su apellido que él mismo había propuesto. Este jesuita ve ahora sus cualidades, “sus virtudes heroicas” según la expresión consagrada por la Congregación para las Causas de los Santos, reconocidas por la Iglesia universal. De hecho, el 10 de julio, el Papa Francisco ha autorizado la publicación del decreto que reconoce las virtudes heroicas del Padre Kino. Éste es el camino que lleva a la siguiente etapa, la de la beatificación.
fuente: https://www.jesuits.global/
Nacido en Segno (Trentino, Italia) en 1645, Eusebio Chini estudió con los jesuitas en Trento y Hall, en el Tirol austriaco. Entró en la Compañía de Jesús en 1665 en Landsberg (Baviera, Alemania). Estudió en varias universidades del sur de Alemania y fue ordenado sacerdote en 1677. Destinado a las misiones, llega a México en 1681, y en 1687 a Pimería Alta, que durante 24 años será el centro desde el que llevará a cabo sus actividades evangelizadoras y científicas. Explorará el país incansablemente a caballo, y se ha calculado que recorrió unos 30.000 km. Murió en 1711 en Magdalena (Sonora, México).
Como misionero, estaba convencido de la necesidad de mejorar las condiciones de vida de los indígenas. Por lo tanto, trabajó mucho en el desarrollo económico del estado de Sonora, en el norte de México, con el pueblo Pima. Les enseñó la cría de ganado, métodos agrícolas y el trabajo del hierro. Fue el primero en traer el evangelio a esta región. Desde el punto de vista social, promovió la dignidad de los indígenas y se opuso al trabajo obligatorio -y en condiciones inaceptables- en las minas de plata que la monarquía española impuso a los “indios”.
El Padre Kino también se distinguió como astrónomo y cosmógrafo, demostrando que Baja California era una península; hasta entonces se pensaba que era una isla. En los Estados Unidos, se le considera el “padre fundador” de Arizona, y su estatua se encuentra en el Capitolio de Washington. Su figura sigue representando tanto la transmisión del cristianismo como la promoción humana en las zonas fronterizas.
El compromiso del Padre Kino con la evangelización y la promoción social aún resuena hoy en un trabajo animado a ambos lados de la frontera mexicano-americana por seis organizaciones católicas. Son las Provincias jesuitas de USA-Oeste y México, JRS-USA, las diócesis de Tucson (AZ) y Hermosillo (México) y las Hermanas Misioneras de la Eucaristía. El proyecto es la Iniciativa Kino para la frontera – Kino Border Initiative. Sus objetivos son acompañar a los migrantes en situaciones de fragilidad y promover la solidaridad en las fronteras de ambos países. El compromiso de la Iniciativa Kino incluye también la promoción de la defensa de los derechos y la dignidad de los migrantes y los solicitantes de asilo.