La MPOX o "Viruela del Mono": Una Nueva Amenaza Sanitaria

Ciencia 29 de ago. de 2024

La MPOX, conocida también como viruela del mono, es una enfermedad viral zoonótica, lo que significa que puede transmitirse de los animales a los humanos. Esta enfermedad ha ganado atención global en los últimos años debido a varios brotes en diferentes partes del mundo, lo que ha encendido las alertas sanitarias a nivel internacional.

Origen y Historia

La viruela del mono fue identificada por primera vez en 1958 cuando se detectaron dos brotes en colonias de monos utilizados para investigación, de ahí su nombre. Sin embargo, el primer caso humano fue documentado en 1970 en la República Democrática del Congo. Desde entonces, ha habido casos esporádicos en África Central y Occidental, regiones donde el virus es endémico, es decir, comúnmente presente.

El virus pertenece al género Orthopoxvirus, que también incluye al virus de la viruela. Aunque el reservorio natural del virus aún no se ha identificado con certeza, se cree que pequeños mamíferos como roedores y ardillas juegan un papel fundamental en su transmisión a los humanos.

Modo de Transmisión

El virus se transmite a las personas a través del contacto directo con fluidos corporales, lesiones en la piel o en las mucosas de animales infectados, o mediante el consumo de carne mal cocida de animales portadores del virus. La transmisión entre humanos puede ocurrir a través de contacto directo con las lesiones, secreciones respiratorias, y objetos contaminados, como ropa de cama.

Síntomas y Curso de la Enfermedad

Los síntomas de la MPOX son similares a los de la viruela, pero generalmente son menos graves. Después de un período de incubación de 5 a 21 días, la enfermedad se presenta con fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, fatiga y, en algunos casos, inflamación de los ganglios linfáticos. Unos días después, aparece una erupción cutánea que comienza en la cara y se extiende al resto del cuerpo. Las lesiones pasan por diferentes etapas antes de formar costras y caer.

La mayoría de los casos de MPOX son leves y autolimitados, con síntomas que duran de 2 a 4 semanas. Sin embargo, en algunos casos, especialmente en personas inmunodeprimidas, niños pequeños o personas con otras comorbilidades, la enfermedad puede ser más grave e incluso mortal.

¿Es Peligrosa la MPOX?

Aunque la viruela del mono suele ser menos mortal que la viruela, sigue siendo una enfermedad preocupante. La tasa de mortalidad varía según la cepa del virus y la región geográfica, pero en general, se sitúa entre el 1% y el 10%. Los brotes recientes en diferentes países han generado preocupación debido a la posibilidad de una transmisión sostenida de persona a persona en comunidades fuera de las zonas endémicas.

Además, la viruela del mono plantea desafíos adicionales debido a la posibilidad de confusión diagnóstica con otras enfermedades eruptivas como la varicela o el sarampión, lo que podría retrasar su detección y manejo adecuado.

Medidas de Prevención

Actualmente, no existe un tratamiento específico para la MPOX, aunque la vacuna contra la viruela se ha mostrado eficaz en la prevención y control de los brotes. Las medidas preventivas incluyen evitar el contacto con animales que puedan ser portadores del virus, así como practicar una buena higiene personal y utilizar equipo de protección personal en caso de cuidar a personas infectadas.

Las autoridades sanitarias internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), han intensificado la vigilancia de la MPOX para detectar y controlar los brotes de manera temprana, especialmente en regiones donde la enfermedad no es endémica.

Conclusión

La MPOX o viruela del mono es una enfermedad emergente que ha prendido las alertas a nivel global debido a su potencial de propagación y sus implicaciones para la salud pública. Aunque generalmente no es tan letal como la viruela, sigue siendo una enfermedad seria que requiere atención y prevención adecuada para evitar brotes mayores y proteger a las poblaciones vulnerables. La vigilancia continua y la educación sobre los riesgos y medidas preventivas son clave para controlar esta amenaza sanitaria.

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